La decoración de estilo industrial se remonta al Nueva York de mediados del siglo XX y a su desindustrialización.
Cuando las fábricas se trasladaron a las afueras de la ciudad, dejando naves y almacenes vacíos, los jóvenes artistas fueron ocupándolos como estudios y residencias, ya que el precio de estos espacios abandonados era más reducido que el de una vivienda normal.
características de la decoración industrial
Son característicos de este estilo los espacios abiertos, sin divisiones, con ventanales grandes, paredes de ladrillo visto, suelos de hormigón, vigas de hierro, tuberías también a la vista…
Estos elementos estructurales los asociamos a las viviendas tipo loft, palabra que hace referencia precisamente a esa etapa industrial, ya que su traducción del inglés es “desván” o “almacén”.
Esos almacenes abandonados de las fábricas neoyorquinas de los años 50, acabaron convirtiéndose en los icónicos lofts diáfanos que nos vienen a la mente. Con el tiempo, pasaron de ser los hogares y lugares de trabajo de gente humilde a auténticas viviendas de lujo.
Pero la decoración industrial a día de hoy va más allá de los lofts, y se puede adaptar a otro tipo de hogares y también a locales comerciales como restaurantes, cafeterías, tiendas de ropa; e incluso a lugares de trabajo como oficinas y coworkings, donde este estilo funciona de maravilla por su gran atractivo estético.
elementos constructivos en la decoración industrial
Quédate con esto: “arquitectura vista”. En el estilo industrial los elementos estructurales y constructivos tienen un enorme protagonismo:
- Paredes de ladrillo
- Vigas metálicas o de madera
- Tuberías vistas
- Conductos de aire que recorren el espacio
- Suelos de cemento u hormigón
- Ventanas grandes
- Estructuras y superficies de cristal
- Columnas puntuales
Y todo en un espacio de concepto abierto, sin división de las estancias salvo para la zona del baño.
materiales propios de la decoración industrial
Los materiales que se utilizan para dar ese carácter industrial son resistentes y crudos:
- Metal
- Acero
- Hormigón
- Cemento
- Hierro forjado
- Vidrio y cristal
- Cuero
- Madera en acabado natural (que aporta calidez a este estilo a priori frío).
En cuanto a textiles para hacer el espacio más acogedor, funcionan muy bien texturas como el tartán, el tweed o el terciopelo.
elementos decorativos para conseguir el estilo industrial
La decoración industrial es ecléctica. No se busca la coincidencia, sino la variedad. Por ejemplo, una mesa de comedor con sillas diferentes las unas de las otras aportaría un plus de interés a esa zona.
Los muebles deben ser sencillos y prácticos, como estanterías con baldas metálicas, casilleros, cajones archivadores, escritorios de madera con las patas de metal, taburetes altos, vitrinas, baúles, mesas de centro de madera con ruedas también metálicas…
Existe además un mueble icónico de este estilo: el sofá Chester; de cuero y en colores oscuros. Y también es muy reconocible el modelo de silla Tolix.
Otra de las máximas en cuanto a mobiliario es la mezcla de muebles nuevos con otros de segunda mano o recuperados.
Y por otro lado, también puedes darle un toque más de vida al espacio colocando plantas.
la iluminación en la decoración industrial
La importancia de la iluminación es una de las claves de este estilo. Además de dejar fluir la luz que entra del exterior sin ponerle impedimentos, las luminarias que elijamos también juegan un papel clave para darle personalidad al espacio.
Seguro que ya estás pensando en las bombillas de filamento tipo Edison colgadas de un cable a diferentes alturas.
También arman mucho los focos de pie que nos recuerdan a los del cine o a los estudios de fotografía.
colores para una decoración industrial
Este estilo no destaca por ser muy colorido. Sus tonos característicos son más bien fríos y neutros (blanco, gris, negro, marrón).
Las texturas desgastadas, que imitan al óxido o a los desperfectos ocasionados por el uso intenso del espacio, son típicas de la estética industrial y le confieren carácter.
Si quieres añadir un toque de color, puedes optar por letreros vintage o luminarias de algún tono llamativo como el rojo o el amarillo, por ejemplo.
Los colores apagados, como el azul o el verde oscuros, funcionan muy bien en este estilo, al igual que los tonos tostados, que podemos integrar con el mobiliario en mesas, cómodas, sofás… y en objetos decorativos.
En definitiva, este estilo sigue estando aún muy vigente y continúa conquistando espacios, ya que se puede adaptar a interiores diversos con finalidades diversas.
Esperamos que este artículo te haya servido para conocer un poco más el estilo industrial. En nuestro Pinterest tienes un tablero dedicado a esta estética que tanto nos gusta. Puedes verlo haciendo clic aquí.